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Introducción a la Guía de EmprenderSOLO

Actualizado el 31/07/2024

~ 14 minutos

Hola, mi nombre es Juan y te doy la bienvenida a la Guía de EmprenderSOLO. Imagino que si estás leyendo esto es porque te interesa el mundo del emprendimiento y, más concretamente, el emprendimiento en solitario. Si es así, estás en el lugar adecuado. El objetivo de esta guía es darte una receta paso a paso para emprender en solitario, desde cero, sin morir en el intento. Para ello he recopilado información de diferentes fuentes, he añadido mi propia experiencia y puesto a prueba diferentes técnicas para traerte lo que me ha funcionado (y, espero, te funcione a ti también).

Esta guía está en constante evolución a medida que voy recopilando información de nuevas fuentes y probando nuevas técnicas, por lo que te animo a revisitarla de vez en cuando así como a unirte a nuestro Discord para estar al tanto de toda nuestra actividad, compartir tu experiencia y aprender de otros solopreneurs.

¿Qué es un Solopreneur?

La palabra solopreneur es un anglicismo que viene de la unión de las palabras solo y entrepreneur. En catellano se podría traducir como emprendedor en solitario. En esta guía, y en el resto de contenido de esta web, utilizaremos el término solopreneur para referirnos a una persona que que crea y gestiona un negocio por su cuenta, sin socios ni empleados. Esto no quiere decir que no pueda contratar a otras personas para que le ayuden en su negocio, como veremos más adelante, pero sí que no tiene socios ni empleados fijos.

¿Porqué emprender en solitario?

Los motivos que llevan a una persona a emprender un negocio son variados, y si estás leyendo esta guía imagino que tendrás claro cuales son los tuyos. En mi caso, mi objetivo al emprender era el de (egoístamente) ganar más dinero y trabajar menos horas. Hoy en día, tras varios años de experiencia como emprendedor, esta motivación ha cambiado. Ahora mi objetivo es el de ganar suficiente dinero para poder llevar el estilo de vida que quiero, dedicando el mínimo tiempo posible.

Sin embargo aquí no estamos hablando simplemente de emprender, sino de hacerlo, además, en solitario. Este es debido, de nuevo, a motivos personales. En mi caso, y de nuevo después de varios años de experiencia, no me gusta todo lo que conlleva trabajar con otra gente y, menos aún, su supervisión. También, por qué no decirlo, un grado de asocialidad que me hace preferir trabajar solo, ir a mi bola y no depender de nadie más.

Sean cuales sean tus motivos, lo que conseguirás emprendiendo en solitario siguiendo esta guía es libertad para hacer lo qué quieras, cuándo quieras y desde dónde quieras sin tener que dar explicaciones a nadie. Si tus objetivos son otros, como por ejemplo crear una empresa grande que cambie el mundo y contratar a cientos de empleados, lamento decirte que esta guía no es del todo para ti.

¿A quién va dirigida esta guía?

Para ser completamente sincero, esta guía va dirigida principalmente a mí mismo. Aquí iré recopilando todo lo que se me pase por la cabeza, técnicas que vaya probando y recursos interesantes que encuentre y quiera plasmar para poder usar de referencia en este viaje que es el emprendimiento en solitario. Si, a parte, a alguien más le sirve de ayuda, mejor que mejor 🙃

En la última sección de este post te explicaré quién soy y cómo he llegado hasta aquí, pero te avanzo que a nivel profesional me considero un Desarrollador de Software Fullstack, o programador, por lo que los ejemplos que encontrarás en esta guía están orientados hacia el desarrollo de productos SaaS, software as a service, o lo que es lo mismo, aplicaciones web que se venden como servicio bajo subscripción (como Netflix, Spotify, etc). El motivo es que este tipo de negocios:

  • son viables para desarrollar y mantenter por una sola persona, o equipo pequeño
  • con una barrera de entrada económica muy baja, sin necesidad de inversión inicial
  • ofrecen ingresos recurrentes, sobretodo con modelos de subscripción
  • altos márgenes y potencial de venta de la empresa en el futuro
  • resistentes a crisis económicas (o al menos más que otros negocios)
  • posibilidad de crecimiento exponencial

Aún así, creo que los conceptos que aquí se tratan son aplicables a otros tipos de negocios, como por ejemplo la venta de productos online, lo cual también me gustaría explorar.

Otro aspecto imporante a tener en cuenta es que, si bien no vamos a limitarnos en el crecimiento de nuestro negocio, el principal objetivo es el de crear múltiples negocios pequeños, sostenibles y que nos aporten una cantidad de ingresos suficiente para poder llevar a cabo nuestro estilo de vida. Esto no quita que si tu negocio tiene potencial no lo hagas crecer, pero creo que es más fácil tener varios negocios pequeños que apostarlo todo a uno grande (sobretodo si es tu primera vez como emprendedor).

¿Cómo emprender en solitario?

Esta es la pregunta del millón (literalmente), y que trataremos de responde durante el resto de esta guía. Para ello profundizaremos en los siguientes aspectos:

  • Mentalidad: ¿Estás preparado para emprender en solitario?
  • Ideas: ¿Cómo generar ideas de negocio? ¿Cómo saber si una idea es buena?
  • Testeo de ideas: ¿Cómo validar una idea de negocio?
  • Producto: ¿Cómo desarrollar un producto?
  • Marketing: ¿Cómo vender mi producto? ¿Cómo conseguir clientes?
  • Siguiente pasos: ¿Qué hacer una vez tengo un producto que genera ingresos?

Es importante recalcar que el proceso que seguiremos a la hora de emprender en solitario corresponde con los pasos anteriores en orden. Esto significa que antes de desarrollar un producto tendremos que llevar a cabo los pasos de estudio de mercado y teste de ideas. Reconozco que esto puede ser un poco frustrante o aburrido, sobretodo si eres una persona que le gusta programar como a mí, pero es importante que sigas el proceso para no perder tiempo y dinero en un producto que nadie quiere.

Si tuviese que destacar el error más importante que he cometido (repetidamente) como emprendedor es el de lanzarme a desarrollar un producto sin haber validado antes que había demanda para el mismo, el famoso product-market fit.

Como suele decirse, "de los errores se aprende", a lo que me gusta añadir "pero no hace falta que sean tus errores". Así que confía en mí, aprende de mis errores, y no te lances a desarrollar nada por muy buena idea que te parezca sin tener sólidos indicios de que hay alguien ahí fuera dispuesto a pagar por ello.

Por último también es importante ser consciente de que en cualquier momento del proceso hay que ser capaz de evaluar la situación y, de ser necesario, dejar ir una idea y pasar a la siguiente. Esto puede ser duro, sobretodo si has invertido mucho tiempo y dinero en una idea, pero es necesario para lograr nuestros objetivos.

¿Porqué deberías fiarte de mí?

La respuesta sincera ahora mismo es: no deberías. En el momento en el que escribo estas líneas mi experiencia como solopreneur es limitada y, además, insatisfactoria. Este es el motivo por el que me he animado a escribir esta guía, para desarrollar un método que me permita emprender en solitario con éxito y compartirlo con otras personas interesadas. Espero en un futuro no muy lejano volver aquí para editar esta sección y poder decir que he conseguido mi objetivo.

Como muchos de los que leeréis esta guía, se me hizo creer desde pequeño que la única manera de tener éxito en la vida era estudiar mucho, sacar buenas notas, ir a la universidad, conseguir un buen trabajo, trabajar 5 días a la semana, 8 horas al día, durante 40 años, y luego jubilarme para disfrutar de la vida. Con suerte por el camino me compraría una casa, un coche y formaría una família. Durante mucho tiempo ni siquiera me lo cuestioné, al fin y al cabo es la receta que habían seguido mis padres, familiares y amigos, y no se les veía quejarse en exceso. Sin embargo, una vez terminados mis estudios y entrado al mundo laboral me di cuenta de que algo no encajaba.

Creo que el momento crucial fue cuando, en mi primer trabajo como desarrollador de software, me encargaron facturar un proyecto en el que había estado trabajando prácticamente solo durante un año. Sobra decir que los beneficios resultantes de mi esfuerzo eran mucho mayores que el salario que recibía, una diferencia de un orden de magnitud. Ahora entiendo que en una empresa existen roles y personal que, aunque no influyan directamente en la productividad, son necesarias y tienen un coste (personal de limpieza, administración, financieros, etc). Aún así, la diferencia me pareció excesiva. Por otro lado, y en un alarde inaudito de mis extraordinarias habilidades matemáticas, multipliqué mi salario mensual por 12, luego por 40 y aún asumiendo una subida de sueldo aquí y allá por el camino, llegué a la conclusión de que "había sido engañado".

Así pues empecé a investigar maneras alternativas, y más lucrativas, de ganar dinero (asumiendo que era lo que necesitaba para ser feliz). Aprendí sobre el mundo de las inversiones, la bolsa, el trading, el bitcoin, real estate y todo tipo de chanchullos que intentan venderte en los anuncios de Youtube para hacerte rico rápido y sin esfuerzo. Afortunadamente seguí investigando y, una vez eliminada la paja, descubrí el mundo del emprendimiento. La idea es sencilla: en vez de trabajar para otros a cambio de un sueldo fijo, 8 horas al día, 5 días a la semana, durante 40 años, pidiendo permiso para irte de vacaciones y suplicando por un aumento de sueldo cada tres años, ¿por qué no hacer lo mismo pero siendo yo quién dicta los horarios, en qué y cómo trabajar y cuánto dinero ganar?.

Con esto no quiero decir que la inversión en bolsa o sector inmobiliario no sea una opción válida, si tienes una gran cantidad de ahorros o herencia son opciones viables. Al no ser mi caso, decidí centrarme en el emprendimiento. Además, el emprendimiento me parece la opción más sostenible, divertida, ética y que aporta más valor a la sociedad.

Una vez decidido que iba a ser emprendedor empecé a pensar ideas de negocio. De entre las alternativas, decidí empezar a dar clases de Inteligencia Artificial ya que era un tema que me interesaba, al que me dedicaba profesionalmente, y disponía de una pequeña comunidad a la que poder venderles mis cursos gracias a haber organizado una serie de meetups gratuitos durante el año anterior (y al que se habían apuntado unas 200 personas). El resultado: 4 clientes. ¡Nada mal para empezar! Sin embargo, dos semanas después de empezar el curso llegó el COVID, se cerró absolutamente todo y tuve que acabar el curso de manera remota. Me di cuenta que la educación presencial tenía limitaciones y decidí pasarme al online. Cree un un Blog y un canal de Youtube, en el que fui subiendo pequeños tutoriales con la esperanza de atraer potenciales estudiantes a mis cursos, ahora grabados y disponibles online en mi web por un módico precio. La cosa no cuajó, pero aprendí mucho por el camino, como por ejemplo:

  • La creación de contenido online requiere de mucho tiempo y, si pones tu cara, nunca vas a poder "retirarte" y que el negocio siga funcionando. El contenido sigue ahí, pero los algoritmos de recomendación valoran la actividad continuada.
  • Crear contenido educativo llamativo requiere de habilidades audiovisuales que yo no tengo, ni me interesa desarrollar. Se puede subcontratar la edición, pero esto requiere de una inversión inicial que no estaba a mi alcance.
  • Crear contenido y esperar que la gente lo vea es una estrategia perdedora. Hay que invertir en publicidad, email marketing, estrategias de viralidad, etc.
  • La gran mayoría de gente prefiere ver vídeos de gatitos antes que esforzarse en aprender algo nuevo.

Con todo esto decidí poner en pausa el proyecto, pero quién sabe si en un futuro lo retomo una vez tenga más experiencia y recursos (o si alguno de mis vídeos se vuelve viral por casualidad). Al fin y al cabo me encanta la educación online, soy un gran consumidor de ella y creo que tiene uno de los mayores potenciales de impacto en la sociedad (además el feedback sobre mi contenido y manera de enseñar siempre ha sido bastante positivo). Sólo necesito encontrar la manera de hacerlo rentable, o llegar al punto de no necesitar preocuparme por el dinero y hacerlo por hobby.

Durante este tiempo también me planteé la opción de crear una empresa de consultoría de Inteligencia Artificial, ofreciendo mis servicios a otras empresas en modo freelance. Sin embargo me surgió la oportunidad de co-fundar EarthPulse y me decidí por esta segunda opción. En el momento de escribir estas líneas trabajo como CTO en mi startup, siendo propietario de un porcentaje de la misma y aprendiendo cada día más sobre el mundo del emprendimiento, los negocios, startups, etc. Gracias a este aprendizaje he podido darme cuenta de ciertos aspectos que me hacen replantearme mi camino como emprendedor de cara al futuro. Entre ellos:

  1. No soy bueno supervisando a otras personas (controlar su trabajo, la confrontación cuando alguien no rinde según lo esperado, la gratificación cuando alguien sí lo hace, despidos o ser responsable de sus resultados). Las habilidades sociales son mi punto débil.
  2. Odio las reuniones. En el 99% de las ocasiones son una completa pérdida de tiempo, y la única manera que tiene mucha gente para justificar sus horas de trabajo, canibalizando el tiempo ajeno.
  3. No me gusta viajar por trabajo.
  4. Me frustra no ser dueño de mi tiempo.
  5. Me quemo si no tengo tiempo para desconectar o dedicarlo a otros proyectos.
  6. Tengo sensaciones encontradas a la hora de tratar con inversores.

Todo esto hace que, pese a que me encanta el resto de cosas que hago mi trabajo, sienta que sigo atascado en la rutina de trabajo de 5 días a la semana (si hay suerte y no hay que trabajar el fin de semaana), 8 horas al día (si no hay nada urgente que requiera hacer horas extra), vacaciones limitadas (si me ausento varias semanas la casa se nos cae encima), etc.

Es en esta situación en la que me replanteo mi estrategia como emprendedor y, ahora que lo sé, alinearla con mi forma de vida deseada. Gracias a libros como The 4 Hour Work Week, The SaaS Playbook o Start Small, Stay Small, y mi experiencia profesional durante los últimos años, me aventuro a crear esta guía para lograr mis objetivos:

  1. Ser prescibible en mi trabajo (que todo siga funcionando si no estoy).
  2. Poder trabajar en remoto desde dónde quiera, cuándo quiera.
  3. No tener que manejar personal ni asistir a reuniones.
  4. No tener límite a los beneficios que puedo generar (si quiero más, trabajo más).
  5. Tener tiempo para dedicarlo a cualquier otro proyecto que me apetezca.

Algunos pensarán (en realidad, yo mismo) que es imposible tener un gran impacto en el mundo con esta visión del trabajo. Al fin y al cabo si Elon Musk ha conseguido lo que ha conseguido no ha sido dedicando a su trabajo 1 hora al día desde una playa en el Caribe o yéndose 6 meses de vacaciones a dar la vuelta al Mundo en moto. En este punto se hace necesario un ejercicio de sinceridad conmigo mismo y asumir que no voy a hacer del mundo un lugar mejor, eso se lo dejo a Elon Musk y compañía. Mi objetivo es vivir en una casa en el pueblo, tranquilo, con mis perros, huerto, gallinas y, si hay suerte, formar una familia, tener tiempo para ellos, estudiar en profundidad matemáticas y física por el simple placer del conocimiento, escribir una trilogía de ciencia ficción que nadie vaya a leer, hacer un videojuego al que nadie vaya a jugar y viciarme a otros tantos, aprender a tocar flamenco con la guitarra española, etc. En definitiva, disfrutar de la vida ahora, bajo mis propios términos, y escapar de la rutina de 8 horas al día en la oficina, 5 días a la semana, durante 40 años, para poder disfrutar de la vida a los 70 (con suerte) cuando ya no tenga energía para hacer nada (si es que llego vivo).

En resumen, vivir como un rico sin necesariamente serlo. ¿Es esto posible? Suena demasiado bonito para ser verdad... No lo sé, pero tengo un plan para lograrlo y voy a intentarlo. Si quieres acompañarme en este viaje, te invito a que sigas leyendo esta guía y te unas a nuestra comunidad en Discord.