Si todo va bien en este punto deberíamos tener una o varias ideas validadas, lo que implica (como hemos explicado en el paso anterior) tener una página web para nuestro producto o servicio así como una lista de correos de personas interesadas en el mismo. ¡Ha llegado el momento de desarrollar y lanzar nuestro producto!
Planificando la experiencia de usuario
Lo primero que tenemos que hacer antes de ponernos a programar o contratar a un desarrollador es definir, diseñar, iterar y validar la experiencia de usuario de nuestro producto. Esto significa responder a preguntas como:
- ¿Cómo van a conocer los usuarios con nuestro producto?
- ¿Cómo será la primera vez que lo usen?
- ¿Cómo sera la interacción con el producto durante el día?
- ¿Qué otras cosas compiten por la atención del usuario?
- ¿Qué diferencias habrás entre un usuario nuevo y uno que ya lleva tiempo usando el producto?
- ¿Qué momentos de gratificación o de frustración tendrá el usuario?
Estas preguntas (y todas las que se te ocurran que pueden ser importantes) pueden responderse en forma de story maps, una evolución de las user stories útiles en esta fase. Estos mapas no son más que una representación visual de todo aquello que nuestros potenciales usuarios pueden hacer con nuestro producto, desde que lo conocen hasta que lo abandonan. En un primer nivel representaremos las actividades que pueden hacer, e iremos añadiendo subniveles con más detalle a medida que avancemos en el diseño (desde los pasos necesarios para completar una actividad hasta los detalles granulares de la interfaz). Este método es útil ya que nos sirve también para planificar el desarrollo de nuestro producto.
Desarrollo
Ahora sí, ha llegado el momento de desarrollar nuestro producto. ¡Cuántas cosas hemos tenido que hacer antes de llegar a este punto! Quizás ahora empieces a entender porqué tantos proyectos fallan y se quedan en el camino. No tiene sentido crear un producto si no sabemos si alguien lo va a querer (y pagar), si no sabemos cómo se va a usar, si no sabemos cómo lo vamos a vender, etc. No solo es una pérdida de tiempo y dinero, sino que también es una fuente de frustración y desmotivación.
Si eres desarrollador de software, no hay mucho que te pueda decir más que manos a la obra. Pero si no es tu caso, tendrás que contratar un desarrollador o una empresa de desarrollo para tu producto. En esta etapa te recomiendo buscar en Upwork algún profesional que se ajuste a tus necesidades.
EL MVP
El primer producto que vamos a desarrollar y lanzar es el conocido coom Producto Mínimo Viable
o MVP por sus siglas en inglés. Este producto es la versión más simple de nuestro producto que nos permita validar nuestras hipótesis de negocio. Vamos a querer desarrollar nuestro MVP lo más rápido y barato posible, para poder lanzarlo y empezar a recibir feedback de nuestros usuarios lo antes posible. Esto no quiere decir que no debamos preocuparnos por la calidad de nuestro producto, sino que debemos centrarnos en lo que realmente importa y no perder el tiempo en cosas que no aportan valor. El MVP dará lo que prometimos y lo hará bien.
Una vez lanzado tendremos que seguir monitorizando nuestras métricas, ahora sí con clientes que pagarán por usarlo.
El Producto final
Una vez validado nuestro MVP, es el momento de seguir mejorando nuestro producto. En este punto deberías tener una base de clientes satisfechos con tu producto, pagando por él e incluso recomendándolo a su círculo. Si no es así, es probable que tengas que dar un paso atrás para reevaluar tus hipótesis y descartar tu producto totalmente. Esto puede ser difícil después de todo el trabajo y dinero invertido, pero si queremos conseguir nuestros objetivos no tenemos otra opción.
En caso de que el MVP sea exitoso, tendremos que desarrollar la versión "de verdad" de nuestro producto. Y quizás te preguntas, ¿por qué desarrollar una nueva versión y no seguir trabajando en el MVP? La respuesta es que, como hemos dicho antes, un MVP se hace rápido y barato, para validar nuestro producto. Esto significa sacrificar muchos aspectos críticos en el desarrollo de un SaaS tales como la escalabilidad, la seguridad, la fiabilidad, ... Aspecto importantes para tener un producto robusto y de calidad que sobreviva en el tiempo (sobretodo si tú mismo lo desarrollas pero planeas externalizar el desarrollo en un futuro).
Estrategia de precio
A la hora de vender un producto o servicio digital tenemos diferentes alternativas:
- Suscripción: el usuario paga una cantidad fija cada mes o cada año por usar nuestro producto.
- Pago por uso: el usuario paga por cada uso de nuestro producto.
- Freemium: el usuario puede usar nuestro producto de forma gratuita, pero tiene que pagar para acceder a ciertas funcionalidades.
- Pago único: el usuario paga una cantidad fija por usar nuestro producto de por vida.
Cada una de estas estrategias tiene sus ventajas y desventajas, y la elección de una u otra dependerá de nuestro producto, de nuestro mercado y de nuestros objetivos. En cualquier caso, es importante que el precio de nuestro producto sea justo y competitivo, y que esté alineado con el valor que aportamos a nuestros usuarios.
Si nuestro objetivo es generar ingresos recurrentes, la suscripción es la mejor opción. Aún así, soy muy fan de ofrecer una capa gratuita para que los usuarios puedan probar nuestro producto antes de pagar por él. Esto nos permite atraer a más usuarios y aumentar nuestra base de clientes potenciales. El pago por uso no acaba de convencerme, ya que es imprevisible (tanto para el usuario como para nosotros) lo cual puede ser problemático, mientras que el pago único puede ser una buena opción para productos con precio elevado que no requieran actualizaciones constantes (descargables, cursos online, etc).
En mi caso, planeo usar la estrategia freemium para mis herramientas para solopreneurs y el pago único para mis cursos online (en el que una parte del curso será gratuita y futuras actualizaciones incrementarán el precio del curso, pero serán accesibles para los que ya lo compraron).
Si eres desarrollador puedes usar herramientas como Stripe para gestionar los pagos de tu producto. Stripe es una plataforma de pagos online que te permite aceptar pagos con tarjeta de crédito y débito, así como pagos con Apple Pay y Google Pay.
Lanzamiento
Una vez tengas tu MVP y estrategia de precio lista, es el momento de lanzar tu producto al mercado. Para ello, utiliza la lista de emails conseguido hasta el momento para notificar a todos los interesados de que tu producto ya estará disponible pronto. Ofrece un descuento a todos los que lo compren en los primeros días. El día del lanzamiento, contacta con todos tus contactos de nuevo para recordarles que tu producto ya está disponible. Recuerda segmentar a todos tus contactos entre los que se hagan clientes y los que no. De esta manera, pasados unos días, podrás contactar con los que no se hicieron clientes para ofrecerles una última oportunidad con otros descuento.
A partir de este punto, puedes empezar a trabajar en la estrategia de marketing de tu producto. ¡Buena suerte!